El Escorial en Madrid es un gran complejo que incluye un monasterio, un palacio, un museo, una biblioteca, entre otros espacios. El Monasterio se encuentra en realidad en San Lorenzo, una ciudad situada a 45 km al noroeste de Madrid, y es un perfecto lugar a visitar cuando se está en la capital. Su nombre proviene de los antiguos depósitos de escoria que solían estar en la zona, que procedían de una herrería de allí. El Real Sitio El Escorial es uno de los grandes símbolos del poder de la monarquía española de la Edad del Oro, que tuvo lugar entre los siglos XVI y XVII.
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Historia de El Escorial
El lugar fue ordenado construir por el Rey Felipe II de España, como conmemoración de la Batalla de San Quintín en 1557, donde las tropas de Francia, comandadas por Enrique II, fueron derrotadas. La forma del plano del edificio se asemeja a una cuadrícula, que hace honor a San Lorenzo, que fue martirizado en Roma (en una cuadrícula). La fecha conmemorativa de San Lorenzo es el 10 de agosto, al igual que la batalla de San Quintín. El Escorial comenzó en 1563 y terminó en 1584, pasando por dos arquitectos, ya que el primero murió antes de terminarlo. En 1984, la UNESCO declaró el complejo como Patrimonio de la Humanidad.
Biblioteca del Escorial
La Biblioteca del Real Sitio El Escorial fue diseñada por el arquitecto Juan de Herrera. La biblioteca está compuesta por más de 40.000 obras, de las cuales Felipe II fue el responsable de la adquisición, lo que hace que la biblioteca sea muy rica, con ejemplares de toda España y del extranjero. El suelo es de mármol y las bóvedas están llenas de frescos, pintados por Pellegrino Tibaldi.
Palacio de Felipe II
El Palacio de Felipe II, donde fue su residencia, está formado por varias habitaciones muy austeras. Una de las partes más destacadas es el altar mayor, donde hay una ventana desde la que se dice que el rey asistía a misa desde su cama, cuando se enfermó y se debilitó mucho.
Panteón de Reyes
También llamada la Cripta Real, es donde se encuentran las 26 tumbas de los reyes más importantes de las dinastías de Austria y Borbón, con la excepción de las tumbas de Felipe V y Fernando VI, ya que han elegido otro lugar para su entierro. Las paredes, de mármol, están decoradas con adornos de bronce dorado. Junto al Panteón de Reyes se encuentra el Panteón de Infantes, cuya construcción fue terminada en 1888 y es el sitio de los príncipes, reinas que no eran madres de monarcas e infantes.